Para Interporc, el consumo de carne y derivados cárnicos en España, con los datos del MAPA y el INE, subió un 1,5% hasta las 1,01 millones de t. De esa cantidad, 807.600 t correspondieron al consumo en los hogares y supone un 4,4% más debido al incremento en el consumo de carne fresca que llegó a 420.200 t mientras que la compra de elaborados cárnicos, con un precio más alto, bajó en un 1,5% hasta las 387.400 t.

Los datos son especialmente significativos ya que ponen fin al ligero descenso en el consumo que se vivía desde 2020. De hecho, los datos de 2023, principalmente los de carnes y productos frescos y congelados, se sitúan prácticamente en cifras de 2019 (446.200 toneladas).

Para Alberto Herranz, director general de la Interprofesional, destaca que “los datos ponen de manifiesto que el sector porcino de capa blanca está respondiendo a las demandas de los consumidores y pone a su disposición los productos de calidad que demanda”.